En la prisión de mujeres Edna Mahan de Nueva Jersey, dos reclusas que cumplían condena allí se quedaron embarazadas casi simultáneamente.
Ambas informaron de que se habían quedado embarazadas de… su compañera de celda. Pero no hubo milagros de la naturaleza: simplemente en esta institución penitenciaria hay 27 transexuales, hombres que dijeron considerarse representantes de la hermosa mitad de la humanidad. Y todas estas «mujeres» no se han sometido a una corrección quirúrgica de género y conservan por completo los genitales masculinos.
Esta práctica de mantener a mujeres y hombres transexuales en la misma prisión comenzó a aplicarse cuando la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) empezó a luchar por los derechos de los reclusos.
El año pasado, fue la ACLU la que patrocinó una demanda presentada por un hombre transgénero. La demanda se interpuso contra el estado de Nueva Jersey, que siempre había exigido que los presos fueran alojados únicamente según su sexo biológico.
Los funcionarios no llevaron el caso a los tribunales, y el año pasado 27 transexuales fueron enviados a la prisión de Edna Mahan para cumplir condena.
Hasta ahora, los funcionarios de prisiones han dicho que ambos casos fueron consentidos, negándose a revelar el nombre del padre de los niños no nacidos.
La ACLU sigue defendiendo la política de alojar a personas transgénero en cárceles de mujeres, insistiendo en que «evita la discriminación y el acoso sexual por motivos de identidad de género».